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Entrevista
Cultura
6 Feb 2022

Viviana Scaliza: “En momentos complicados de mi vida, la música siempre apareció y me rescató”

Por: Gabriela Sánchez.
La ex Blacanblus comenzó el año con varios proyectos: un disco, una presentación en la Ballena Azul del CCK y un show en Brasil. La pandemia, el lugar de la mujer en la música y su opinión acerca del trap: “No me gusta pero lo soporto un poco más que el reggaeton”.
A una determinada hora del día, en su casa de Castelar, los padres de Viviana Scaliza -cantante y guitarrista, ex integrante de Las Blacanblus y profesora de canto- tenían la costumbre de apagar el televisor y ponerse a charlar. Esto, a los cuatro años de edad, la aburría mucho. Por esta razón se las ingenió para hacerlo más llevadero: Con la cabeza apoyada en sus brazos cruzados sobre la mesa y una radio Sanyo portátil a batería de su padre pegada al oído, se entretenía pasando el dial tratando de sintonizar algo que le gustara. La escena se repetía y siempre terminaba en alguna transmisión de música clásica. Esa radio, y más precisamente la música, ofició en aquel momento de rescate y compañía. A la distancia, esta anécdota refleja el rol central y recurrente que ha tenido en su vida.

Ya por ese tiempo se notaba su incipiente gusto por la música. Le compraban guitarritas de juguete y a los 6, le regalaron su primera criolla. Incentivada por su madre, unos años más tarde, comenzó a tomar clases de guitarra en el colegio Don Bosco y a poco de cumplir 13 años ingresó al Coro de la Cooperativa Popular de Morón. De aquel repertorio coral lo que más le llamó la atención fue Los Negro Spiritual, canciones religiosas cantadas a capella por los esclavos en las plantaciones. Indagando en las raíces del género conoció cantantes como Mahalia Jackson y Marian Anderson. Luego llegaría al blues de la mano de Bessie Smith y Janis Joplin, y al folk americano de Joan Baez y Bob Dylan.

“Siempre digo que `La música me salvó la vida´. Muchas veces. En los momentos jorobados siempre apareció. ¿Viste cuando parece que viene un helicóptero te saca así del brazo, te levanta y te lleva? Para mí la música siempre fue eso. Desde mi adolescencia, que fueron los primeros momentos complicados de mi vida. Muy complicados. Ahí empecé a cantar en el coro y eso me dio la pauta de que era lo que quería hacer el resto de mi vida. Si bien ya lo sabía, en ese momento lo sentí claramente y me salvó toda esa época. Siempre tuve etapas complicadas y vino la música y me sacó. Y lógicamente escuchar música de otras personas también. Al principio era rock y blues y después vas a abriendo la cabeza hacia otras músicas y ¡alucinás! Cuando yo hablo de `abrir la cabeza´, estoy hablando de meterte en esas músicas como, no sé, folclore ruso, finlandés, qué sé yo, World Music, lo que se llama `música del mundo´. A mí me llama mucho la atención. Eso y las músicas de gente amiga que está produciendo. Esto también nos lo dio mucho la pandemia”, expresó la artista que durante todo este tiempo pudo retomar algunas de sus actividades pero reconoció con un dejo de nostalgia: “Lo que no volví es a tocar en lugares cerrados”.

Tiempos de pandemia
El 23 de febrero de 2020, se presentó en el cierre del ciclo Escenario a Cielo Abierto junto a Patricia Barone, Loli Álvarez (No Disco), Rodrigo Manigot (Ella Es Tan Cargosa) y el Cóndor Sbarbati (Bersuit Vergarabat) acompañados por la Agrupación Sinfónica Municipal en la Plaza General San Martín de Morón. Pocos días después comenzaría el aislamiento. En un primer momento, y a su pesar, tuvo que llevar sus clases de canto a la virtualidad. “Se puso difícil, hubo que inventar un montón de cosas y adaptarnos a otras, a las cuales, por ejemplo yo, no estaba acostumbrada. Nunca quise dar clases virtuales. Me lo había pedido gente que vive lejos en otras provincias y yo decía que no era serio. Lo sigo sosteniendo después de ver cómo es. Realmente era una lágrima, además estaba todo el mundo usando internet con lo cual el tráfico era feroz y había momentos en los que se cortaba a cada rato, fue muy duro”, detalló quién finalmente retomó la presencialidad con protocolo y la vuelta la definió con estas palabras: “respirás”.

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Por otro lado, empezó a tener mayor presencia en sus redes sociales, como tantos artistas, para comunicarse y seguir en contacto con su público. “Hacer videos, transmisiones en vivo. Empezamos a buscar la manera de seguir vivas y vivos dentro de las redes que era donde la gente se refugiaba. Siempre fui muy activa en Facebook y en Instagram, pero acá como que se convirtieron en la única herramienta para conectarte con la gente. Al principio hacía un vivo día por medio. Una estaba encerrada y quería hablar, por ahí me ponía a charlar y me escribían en los comentarios: `Dale, ¡cantá!´, y me cansé de hacer eso también. Además todo el mundo empezó a hacerlos  y tenías todo el día lleno de vivos en Instagram y dije: `Bueno, no. Esto ya no es, no es la forma´. Entonces, empezamos a hacer pequeños videos cantando fragmentos de canciones. Participé también de Living Morón, un ciclo del Municipio tocando desde el living de mi casa y del video Té para tres, un ensamblado con otros artistas, entre ellos Palo Pandolfo, que incluía la frase `No hay nada mejor que casa´.”

“A mí por lo menos me sacó bastante del encierro. Si bien yo vivo en una casa, tengo verde y no estaba encerrada entre cuatro paredes, fue maravilloso. Igual yo soy muy ostra, muy de estar acá adentro. Al principio, como que la cuarentena me habilitó un poco ese ostracismo, hasta que empecé a darme cuenta al año más o menos de encierro -dijo entre risas-  que me estaba haciendo mal a la cabeza, estábamos todos muy raros, toda la gente decía lo mismo y era un sentimiento como indescriptible porque no podíamos explicar qué era lo que nos pasaba y es lógico porque nunca nos había pasado”, rememoró.

Nuevas voces
El 7 de marzo del año pasado fue convocada a participar de un homenaje por los 30 años del disco Mujer contra Mujer de Celeste Carballo y Sandra Mihanovich en el Día de la Visibilidad Lésbica. Allí, diferentes dúos de artistas reversionaron sus canciones en la Cúpula del Centro Cultural Kirchner. Junto a Larro Carballido, cantante y guitarrista de Más que Une, Scaliza interpretó Un sueño profundo. “Estuvo muy linda la Cúpula, fue hermoso todo eso. Ahora por la misma fecha voy a hacer un tema con una cantante de Catamarca en La Ballena Azul. Estoy muy emocionada”, compartió y destacó que esta experiencia la llevó a tener contacto con gente más joven y  conocer nuevas bandas y artistas.

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“A partir de eso, empecé a escuchar la música que está haciendo la gente más joven dentro de lo que se podría llamar rock argentino y es ¡alucinante! Más que Une, por supuesto. El otro día escuché un grupo que se llama Triángula que me partió la cabeza. Abrí la cabeza hacia bocha de cosas y las cerré a otras completamente. Y… no me gusta el trap. No me gusta esa gente que canta `laaatiiino´ como el personaje de (Diego) Capusotto que dice: `Yo soy latino´, le suena el teléfono y responde: `¿Ah, sí? Hola, papá. ¿Qué, que ya está la comida? Sí, sí, ya voy para allá´. Eso me molesta de sobremanera, aunque hay algunas letras que pueden llegar a ser interesantes. Pero te tienen que poner los subtítulos porque dicen todas las palabras a la mitad, te lo mezclan con el inglés, más el idioma latino que hablan. Mi pianista, Luis Sirimarco, dice que a quienes no nos gusta el trap somos como los viejos tangueros cuando escucharon el rock. Pero, bueno, qué querés que le haga. Por ahí lo soporto un poco más que el reggaetón. Eso sí”, reconoció.

La mujer en la música
Las Blacanblus fue una banda de blues Argentina conformada íntegramente por mujeres que irrumpió en la escena musical en 1992. La agrupación que se disolvió en 2006, estaba compuesta por Mona Fraiman -fallecida en 2017- en voz, Cristina Dall en piano y voz, Debora Dixon en voz y Viviana Scaliza en guitarra y voz.  Su paso por la banda junto a sus años en el ambiente, desde los 18 con su primer grupo, han llevado a Scaliza a ser testigo y partícipe del lugar que ha tenido la mujer en la música. “En comparación a cuando yo era joven, incluso con Las Blacanblus, la mujer está unos escalones más arriba, por lo menos dentro de este ambiente más under. Hay muchas mujeres, muchas disidencias, hay muchos más grupos de chicas o grupos mixtos, muchas mujeres componiendo. Lo que pasa es que lo que llega a la masividad no es eso. En las altas esferas, las mujeres que se ven, por lo menos a mí, no me gustan.  En el under hay muchas más mujeres en comparación a lo que era antes. No vamos a decir que estamos en igualdad de condiciones sino no tendría que haber existido nunca la Ley de Cupo femenino en los festivales de música. Yo creo que tendría que ser más del 30%, lo que pasa es que hay una misoginia que es increíble. Me acuerdo cuando se armó el lio con el tema del Cosquín Rock, los tipos diciendo: `¿Por qué tengo que escuchar algo que no me gusta?´. ¡Si no tenés idea!, ¿Cómo sabés que no te gusta si no lo escuchaste?, ¿Cómo sabés que todas las banditas que van a tocar conformadas por varones tienen la calidad suficiente?, ¿Las escuchaste a todas? Esto ocurrió primero en el Congreso”, explicó la cantante que reside en Castelar.

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Este año trae para Viviana Scaliza varios proyectos, algunos de ellos postergados desde 2020. Como el show en Brasil, en Belo Horizonte, con el grupo brasilero Ablusadas en un lugar llamado Camping Rock y alguna presentación más en la zona. Además, en marzo tiene previsto sacar un disco, grabado en vivo en el pub Mr. Jones de Ramos Mejía. Se trata de un show -registrado por el dueño del bar, Rogelio Rugilo- en el que participaron Luis Sirimarco en teclados, Damián “Hueso” Casanova en batería, Charly De Hoz en guitarra y coros, Cristina Preiti en coros y Cristian De Hoz en bajo. “Charly De Hoz se puso al hombro el disco, estuvo durante mucho tiempo mezclándolo y masterizándolo para que quedara genial y el sonido que sacó, la verdad, es fantástico. Hubo un cambio en la banda, cambiamos al baterista, ahora lo tengo a Mariano De Hoz. ¡Tengo a toda la familia De Hoz! Me falta el bajista, Fernando, ¡y ya los tengo a todos!”, bromeó Scaliza.

“Veremos, veremos… a ver qué es lo que va pasando. Voy dejando que el destino me lleve. En febrero empiezo a dar clases nuevamente. Probablemente después empiecen a surgir cosas, participaciones y shows con la banda. Tal vez volvamos al streaming, qué sé yo. Vamos a ir viendo”, finalizó.



Fotos: Ana Conde
Gabriela Sánchez

Gabriela Sánchez

Periodista

Gabriela Sánchez es Periodista, egresada de TEA, especialista en cultura y rock. Se capacitó con profesionales roqueros como Alfredo Rosso y Sergio Marchi. Es vecina de Castelar con amplia experiencia en medios de la región y Colaboradora de Castelar Digital.

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